La industria de los alimentos procesados procura responder a las expectativas de un mercado orientado a la búsqueda de productos refrigerados o congelados, donde el queso tiene una participación especial. Promoviendo un sabor más específico y definido y desempeñando un papel funcional en pizzas, lasañas, quesos empanados, pollo relleno y muchos otros productos, surgen grandes desafíos para los fabricantes de las más diversas áreas. Como respuesta a estas inquietudes, existe una nueva línea de sistemas sustitutos de queso tradicional que, por su versatilidad, consistencia y capacidad de adecuación a los productos terminados, resulta más que adecuada para las necesidades del consumo moderno.
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